jueves, 24 de enero de 2013

De la Mapu

Mi fascinación con la gente de la Mapu no se muy bien cuando nació.
Como cualquier niño, recuerdo las fiestas del 12 de octubre y la tan contada historia de que "Colon llego a América, cambio espejitos de colores por oro y así es como hoy somos una tierra civilizada y sin indígenas"
Como todo niño, esa historia me parecía "normal", pues claro... estaba incompleta.
En cuarto grado de la primaria conocí a la Srta. Angélica (no recuerdo su apellido), quien se preocupaba por enseñarnos leyendas aborígenes, era un mundo nuevo, una visión nueva y a partir de allí surgirían preguntas tales como “Si ellos creían en el sol, la luna, la tierra, Dios en que parte de su historia esta?” y venían respuestas como “sos chica para entender o no todos tenemos el mismo Dios”
El tercer recuerdo que tengo respecto a los originarios viene de grande y de la mano de una queridísima Profesora de Geografía, la Sra. Cristina Rossi.
Si bien ella no era mi profesora por aquel entonces (corría el año 2012 y yo tenia 13 años, estaba en 1er año de secundaria) el 12 de Octubre, un grupo de alumnos apoyado por ella se negaron a participar de la conmemoración por el día de la raza.
Cristina, sabia que era una mentira, que no era así la historia y que no debíamos festejar nada, por que no había nada que festejar.
Al llegar a 4to año tuve la suerte y placer de cursar varias materias con ella y con su hija la Profesora Bolon Varela (Flavia).
Ambas se preocupaban por que conozcamos la historia de nuestros antepasados, una desde su rol de profesora de geografía y de madre (por que estoy segura que era una mamá para nosotros) y la otra desde su rol de profesora de antropología (quien tampoco puedo negar que fue una mamá para los que amábamos su materia).
Recuerdo con afecto el día que nos hicieron hacer un Pucará a escala, un Pucara es una fortaleza, es como un barrio cerrado por así decirlo, había quedado hermoso.
También hicimos otras artesanías indígenas y visitábamos constantemente el Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti. Amaba pasar mis tardes allí, contemplando las reliquias, estudiando o leyendo con el grupo de estudio casi siempre encabezado por la Profesora Bolon Varela.
Con los años, me dedique a leer, estudiar y saber. Como he mencionado anteriormente mi familia es de Tucumán,  es sabido que los primero trabajadores de los ingenios (de la caña de azúcar) fueron indígenas.
Según los datos que tengo por parte de mi familia, siempre todos, fueron de Tukma.
Mi abuelo nació en Simoca en 1926.
A partir de esos datos y de propias conclusiones, y más aun conociendo como era el pueblito, seguramente por mis venas corre sangre aborigen, es más mirando a mis familiares se nota por su color de piel los rasgos indígenas.
Aun lamento no tener ninguna foto de mis bisabuelos.
La gente de la Mapu desde remotos tiempos que sufre, sufre como la Mapu misma, como la Pachamama.
Mapu significa Tierra en el lenguaje de los Araucanos, Pachamama es Madre Tierra para los indígenas del Norte.

Esta gente, los verdaderos “dueños” de la tierra han sido cosificados desde la llegada del Huinca, quien siempre los considero animales, gente sin futuro, por que claramente el huinca, con sus orígenes europeos, se creyó superior a todos.
Con todos me refiero a nosotros (si, yo me considero gente de la tierra) y a la gente mal llamada de color, a la raza negra.

Maldigo el día en que cruzaron el mar, maldigo el día en que se creyeron dueños de todo y nos empezaron a matar.
Lo maldigo por que dejaron su legado.
Nos siguen matando.

Pasó mucho tiempo y aun hoy los originarios deben mendigar sus derechos, rogar que no los maten, y tener fé de no morir de hambre o de sed.

Y los malditos gobiernos nada hicieron.

Ah, si, otra historia fue cuando conoci a fondo las figuras de los corruptos “Patriotas” a los que le debemos las bases de esta Nacion.

Roca, Rosas y Sarmiento.

Los maldigo a ellos tambien.

Hace unos años deje de creer en Dios, en el Dios católico, como creer en eso que sirvio de instrumento de exterminio y tortura a lo largo de los siglos.

La inquisición, la conquista de América, todo fue llevado a cabo bajo el signo de la cruz de Cristo.

Yo no creo en el Dios del Huinca, yo creo en el Sol, en la Luna, en la Pachamama, pero no en Dios Cristiano.

Espero de corazón, de alma y espiritu que llegue el día en que podamos vengar nuestra sangre y nuestra tierra, nuestra tierra tan querida que poco a poco se ve destruida por el Hombre Blanco.

Yo se que un dia la voz de la Mapu se levantara y solo se salvaran las Gentes de la Mapu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario